Causas, incidencia y factores de riesgo
Las glándulas salivales están localizadas alrededor de la boca y producen la saliva que humedece los alimentos para ayudar con la masticación y la deglución.
La saliva contiene enzimas que comienzan el proceso de digestión y ayudan a limpiar la boca, eliminando bacterias y partículas de alimentos. Al mantener la boca húmeda, la saliva ayuda a conservar las dentaduras postizas, retenedores u otros aparatos ortodóncicos en su lugar.
Existen tres pares de glándulas salivales principales: las más grandes son las parótidas, ubicadas una en cada mejilla sobre la mandíbula, frente a las orejas. Dos glándulas submandibulares se encuentran en la parte posterior de la boca a ambos lados de la mandíbula y dos glándulas sublinguales están debajo del piso de la boca. También hay miles de glándulas salivales menores alrededor del resto de la boca.
Todas las glándulas salivales vacían saliva en la boca a través de conductos que desembocan en diferentes lugares de la misma.
Los tumores de los conductos salivales son poco comunes, en especial en los niños. La inflamación de las glándulas salivales se debe sobre todo a:
- Cirugía abdominal
- Cirrosis hepática
- Infecciones
- Otros cánceres
- Sialolitos en los conductos salivales
- Infecciones de las glándulas salivales
- Sarcoidosis
- Síndrome de Sjögren
El tipo de tumor de los conductos salivales más común es uno no canceroso (benigno) y de crecimiento lento de la glándula parótida que gradualmente incrementa el tamaño de dicha glándula. Sin embargo, algunos de estos tumores pueden ser cancerosos (malignos).
Los tumores malignos de las glándulas salivales por lo general son carcinomas.
Síntomas
- Una hinchazón firme y por lo regular indolora en una de las glándulas salivales (en frente de las orejas, bajo el mentón o sobre el piso de la boca) que aumenta gradualmente de tamaño
- Dificultad para mover un lado de la cara, conocida como parálisis del nervio facial
Signos y exámenes
Un examen por parte de un médico o un odontólogo muestra una glándula salival más grande de lo normal, por lo general una de las glándulas parótidas.
Los exámenes pueden abarcar:
- Radiografía de las glándulas salivales (llamada sialograma o sialografía) para buscar un tumor
- Tomografía computarizada o una resonancia magnética para confirmar si hay una masa y para ver si el cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos en el cuello
- Biopsia de las glándulas salivales o una biopsia con aguja fina para determinar si el tumor es maligno o benigno.
Tratamiento
El tratamiento recomendado generalmente es la cirugía para extirpar la glándula salival afectada. Si el tumor es benigno, por lo regular no se necesita ningún otro tratamiento.
Se puede necesitar radioterapia o cirugía extensa si el tumor es canceroso. La quimioterapia algunas veces se utiliza en pacientes considerados de alto riesgo o cuando la enfermedad se ha diseminado más allá de las glándulas salivales.
Expectativas (pronóstico)
La mayoría de los tumores de las glándulas salivales no son cancerosos y son de crecimiento lento. La afección por lo general se cura con la extirpación quirúrgica del tumor. En casos excepcionales, el tumor es canceroso y es necesario un tratamiento adicional.
Complicaciones
- Los tumores cancerosos pueden causar complicaciones mayores, incluyendo diseminación a otros órganos (metástasis).
- En contadas ocasiones, la cirugía para extirpar el tumor puede lesionar el nervio que controla el movimiento de la cara.
Situaciones que requieren asistencia médica
Consulte con el médico si:
- Presenta dolor al comer o masticar.
- Nota una tumoración en la boca, bajo la mandíbula o en el cuello que no desaparece en 2 a 3 semanas o que se está agrandando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario